¿Sabéis qué son las «katiuskas»? Lo primero que os viene a la cabeza es que es algo ruso, eso seguro. Pues no vais desencaminados. Popularmente en España se conocen como «katiuskas» a las botas de agua. Si, las botas de agua, esas botas de plástico de una sola pieza con las que los niños se lo pasan en grande saltando en los charcos. Es interesante saber de dónde proviene este nombre para las botas de agua. Para eso tenemos que remontarnos al año 1931.
El 27 de enero de ese año se estrenó en el Teatro Victoria de Barcelona una zarzuela compuesta por Emilio González del Castillo y Manuel Martí Alonso con música de Pablo Solozábal. La obra musical se titulaba «Katiuska, la mujer rusa» y la mujer que tenía el papel principal aparecía con unas botas altas parecidas a las que se utilizaban normalmente en los días de lluvia. El éxito de la obra hizo que las mujeres pidieran «unas botas como las que lleva Katiuska» cuando llegaban a las zapaterías. Desde entonces se empezó a llamar «katiuskas» a las botas de agua.
Todos hemos usado «katiuskas» en alguna ocasión pero siempre fuera de casa. Si las hemos usado dentro… igual teníamos un problema de goteras al que no le prestamos la suficiente atención. Es posible que no tuviéramos una buen impermeabilización de techos y poco a poco las filtraciones fueron generando humedades que acabaron convirtiéndose en goteras. La impermeabilización de techos es muy necesaria, sobre todo si vivimos en un ático o en una casa unifamiliar. Se deben utilizar buenos productos aislantes, ya sean telas asfálticas, placas bituminosas o mortero hidrófugo entre otras opciones. Una empresa experta en humedades puede encargarse de la impermeabilización de techos o los arreglos necesarios para eliminar goteras y filtraciones.
Si no queremos comprobar que tal se anda por casa con unas «katiuskas» arreglemos pronto los problemas de humedad.