Más vale prevenir que lamentar
Poneos en situación: después de todo el año trabajando por fin ha llegado la época estival y con ella, las vacaciones. Ya habéis hecho planes, está todo listo, cargáis las maletas en el coche y os dirigís hacia vuestro destino, tres semanitas de relax. Ya de vuelta y con las pilas recargadas, abrís la puerta de casa y … «Chof», el suelo está empapado. ¿Qué ha pasado? Durante vuestra ausencia hubieron varias tormentas y esa pequeña gotera que parecía tan insignificante se ha convertido en un agujero por el que ha entrado toda el agua. Es probable que tengáis que cambiar algún mueble y gastaros algo de dinero. Sin embargo eso es insignificante si lo comparamos con las goteras en naves industriales. Leer más