Más vale prevenir que lamentar
Poneos en situación: después de todo el año trabajando por fin ha llegado la época estival y con ella, las vacaciones. Ya habéis hecho planes, está todo listo, cargáis las maletas en el coche y os dirigís hacia vuestro destino, tres semanitas de relax. Ya de vuelta y con las pilas recargadas, abrís la puerta de casa y … «Chof», el suelo está empapado. ¿Qué ha pasado? Durante vuestra ausencia hubieron varias tormentas y esa pequeña gotera que parecía tan insignificante se ha convertido en un agujero por el que ha entrado toda el agua. Es probable que tengáis que cambiar algún mueble y gastaros algo de dinero. Sin embargo eso es insignificante si lo comparamos con las goteras en naves industriales.
Si no se ha llevado un buen mantenimiento de las azoteas y tejados (recordemos el refrán «más vale prevenir que lamentar«) el daño puede ser de miles de euros. Hay que tener en cuenta que muchas de estas naves son de almacenamiento de producto terminado o productos primarios, textiles, maderas, pieles… Si las goteras son importantes pueden echar a perder todo el material. Por lo tanto, es de vital importancia, no sólo hacer un buen trabajo durante la construcción del edificio, con buenos materiales y acabados, sino también llevar una buena rutina de mantenimiento para evitar este tipo de situaciones. En estos casos, como en la mayoría, más vale prevenir que lamentar. Puede ser la misma empresa la que se dedique a hacer este tipo de inspecciones o se puede contratar e empresas de mantenimiento externas para realizar tal labor, pero lo más importante es que, en caso de encontrar la más mínima fuga, filtración o humedad, actuar con presteza para evitar males mayores.
¿Y si no ha sido el caso? ¿Y si no hemos llevado un buen control durante el mantenimiento y vemos que las goteras empiezan a írsenos de la manos? Busquemos empresas especializadas en impermeabilizaciones que nos den soluciones. Aunque más vale prevenir que lamentar, si empezamos a lamentarnos démonos prisa para atajar el problema sin dilación.
