Seguro que en algún momento te ha ocurrido lo siguiente: has invitado a unos amigos a cenar, pero te das cuenta de que nos has puesto bebida a enfriar. Te das prisa en meter algunas latas o alguna botella al congelador para que se enfríe rápido y sigues preparando cosas. Tus amigos llegan, se sientan a comer, se toman el postre, el café y se marchan. Al día siguiente te diriges al congelador a coger alguna cosa y… ¡¡¡sorpresa!!! la botella o las latas que metiste la noche anterior han reventado y lo han dejado todo hecho un desastre. Bueno, hemos comprobado lo que nos enseñaron en la escuela hace ya algunos añitos, cuando un líquido se congela aumenta su tamaño. Es uno de los experimentos que hicimos cuando éramos pequeños al preparar cubitos de hielo. Vale, sabemos la base, esos conocimientos están ahí, pero vayamos un paso más allá, ¿qué ocurre realmente cuando el agua se congela? Leer más