Granja de hormigas
Hace un tiempo me compré una granja de hormigas. No era una granja de hormigas al uso, esas que están en posición vertical y llenas de tierra. Esta era de metacrilato y en posición horizontal. Nada de tierra, los pasadizos y las cámaras ya estaban establecidos. Las hormigas solo tenían que familiarizarse con el recorrido (que no era muy extenso) y ya está. Me llamó mucho la atención el ingenioso sistema que tenía este hormiguero para mantener la humedad en el interior del receptáculo. Tenía una barra (no sé bien de que material) que cruzaba la base de la granja. Una pequeña parte sobresalía por encima y el resto quedaba por debajo de la base y se situaba dentro de una cajita con agua.
Por capilaridad, el agua subía por esa barra y dotaba de humedad al hormiguero y sus estancias. Esta curiosa forma de dotar de humedad al hormiguero me hizo pensar en la capacidad que tiene el agua para filtrarse a través de diferentes superficies. Es una de las razones por las que se producen filtraciones a través de techos y paredes. El agua ha ido atravesando poco a poco el hormigón, el yeso, los ladrillos, hasta que podemos ver las primeras manchas, ya sea en el techo o en la pared. Lo siguiente que puede ocurrir es que la pintura empiece a desprenderse y por último que tengamos goteras.
Para reparar goteras en estado más avanzado, es muy probable que necesitemos la ayuda de profesionales del sector para que puedan evaluar el alcance de los daños y la metodología a utilizar para solucionar el problema. Quizás empezó por una mala impermeabilización en el momento de la construcción, o simplemente el paso del tiempo ha ido dañando los materiales utilizados. Sea como fuere, actuar rápido es esencial para evitar males mayores.
Es curioso como las ideas se entrelazan y como se pueden unir cosas tan dispares entre sí como una granja de hormigas y filtraciones en el hogar. Aunque en realidad, quizás no haya tanta diferencia, ¿o acaso las hormigas no tendrán sus propias filtraciones de humedad en sus hormigueros?