Humedades y goteras en pisos de alquiler
Ningún piso de alquiler está a salvo de las temidas humedades y goteras. Tanto si son pisos viejos como nuevos, de pronto pueden aparecer humedades y goteras que deben arreglarse cuanto, ¿cómo actuar en estos casos? ¿cómo debemos gestionar la aparición de goteras en pisos de alquiler?
Si vivimos en una vivienda en propiedad y de repente somos víctimas de humedades y goteras, está en nuestras manos actuar lo más rápido que queramos y cómo queramos para revestir esta situación. Las humedades pueden convertirse en goteras y en ambas situaciones estamos poniendo en peligro la resistencia física de nuestras paredes o techos, también el estado de nuestros muebles que pueden verse afectados y, cómo no, nuestra propia salud. Las humedades pueden provocarnos enfermedades y, cómo mínimo, afectar a nuestro estado de ánimo.
Humedades y goteras en pisos de alquiler ¿Cómo actuar?
Pero si estamos en un piso de alquiler y sufrimos humedades y/o goteras, ¿cómo actuar? Sobre todo en los pisos más viejos, éstas pueden aparecer antes. Y a veces pensamos que como no es nuestro piso, no nos incumbe. Ya lo arreglarán los dueños. Grave error. Estamos viviendo en el piso y debemos vivir en condiciones perfectas de salubridad y las goteras nos pueden complicar nuestra salud, sobre todo en los meses más fríos del año. Y es que, a la más mínima aparición de goteras debemos comunicárselo a nuestros caseros.
Aunque apenas sean unas humedades, no sabemos qué hay detrás de ellas y como pueden ser sus consecuencias. Lo primero es avisar al casero y que éste venga a verla lo más rápidamente posible. No debe optar por taparla con un plástico o pintar encima, sino una solución profesional para erradicar este problema en paredes y techos tan común en pisos de alquiler viejos, aunque también puede ocurrir en los pisos de reciente construcción.
El casero deberá comunicarse con el seguro del piso y que este vaya o actúe lo más rápido posible mandando a especialistas como nosotros para reparar la humedad o la gotera. El inquilino está pagando por un piso en perfectas condiciones y cuestiones como estas deben ser cubiertas sí o sí por el arrendador según la ley. Además, dejar pasar el arreglar una gotera puede desencadenar en problemas más graves que pueden ocasionarle al arrendador gastos económicos más importantes sino actúa de raíz.