La vida se abre camino
«La vida se abre camino». Esta es una frase sacada de una película de ciencia ficción de los años noventa dirigida por Steven Spielberg: Parque jurásico. Uno de los momentos más recordados de esa película es cuando se va la electricidad y los coches de los protagonistas se quedan parados en frente de la zona en la que está el Tyrannosaurus Rex. Para mostrarnos que ese imponente animal ya extinto se va acercando utilizan un vaso de agua para que veamos las ondas generadas por las vibraciones que causan sus pasos y así saber que el dinosaurio anda cerca. Esta situación extraída de los fotogramas de una película nos muestra una cualidad que tiene el agua, es sensible a las vibraciones. La música, las palabras, incluso hay quien dice que también los sentimientos y la consciencia, afectan a la estabilidad del agua.
Hay numerosos videos en Youtube que muestran experimentos con el agua y las vibraciones, dándole formas a las gotas o haciéndolas bailar. Aunque todo esto es muy interesante, e incluso bonito de ver, lo cierto es que no nos consuela saber cómo actúa el agua frente a las vibraciones cuando la tenemos justo encima de nosotros por culpa de goteras en el techo. Está muy bien eso de que la vida se abre camino, pero no queremos que el agua se abra camino a través del techo de nuestra casa.
Lo que parecía un goteo sin importancia puede dar pie incluso a que se caiga el techo, de ahí la importancia de actuar rápidamente cuando vemos el menor indicio de humedades en nuestro hogar. Busquemos el lugar exacto por el que sale el agua e intentemos identificar el problema concreto. Si no nos es posible, acudamos a expertos que nos asesoren o que ellos mismos se puedan hacer cargo de los arreglos, pero, no lo dejemos.
La frase «la vida se abre camino» se menciona en dos ocasiones en «Parque jurásico», la primera de la mano del actor Jef Goldglum y la segunda por Sam Neill. Que no tengamos que decir nosotros más de una vez que el agua se abre camino. Atajemos de raíz ese camino y estaremos mucho más tranquilos en nuestro hogar llueva, truene o diluvie fuera.
