Como lágrimas en la lluvia

“Yo… he visto cosas que vosotros no creeríais: Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán… en el tiempo… como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir.” Lo que acabáis de leer es una parte del diálogo entre Rick Deckard y Roy Batty en una de las películas de ciencia ficción más importante de la era moderna y un clásico entre los clásicos, convertida en objeto de culto. Los dos protagonistas mencionados estaban interpretados por los actores Harrison Ford y Rutger Hauer. A estas alturas es muy posible que la mayoría de vosotros sepáis de que película estoy hablando, y alguno un poco más friki quizás lo sepa desde las primeras frases de este artículo. Hablamos de Blade Runner. Te puede gustar más o menos, recordemos que es del 1982, pero no te dejará indiferente. La escena final en la que se recogen las palabras del inicio sucede bajo un intenso chaparrón, así que la frase como lágrimas en la lluvia le viene como anillo al dedo (aunque obviamente el significado de esa frase es mucho más profundo).

Dejemos por un momento el cine y dirijámonos a asuntos más mundanos como por ejemplo, el daño que una buena tormenta (parecida a la de la escena final de Blade Runner)puede hacer a nuestro hogar si no lo tenemos bien impermeabilizado. Cuando la lluvia es continua y muy intensa, es probable que empiecen a surgir filtraciones y humedades. Ya sea que tengamos goteras en Barcelona, París o en la distópica ciudad de Los Ángeles de Blade Runner, debemos actuar rápidamente para que el problema no vaya a más. Busquemos empresas dedicadas a impermeabilizaciones para que nos den ideas para solventar el problema lo antes posible y puedan llevarlas a cabo de forma económica, pero sobre todo, profesional.

Bueno, quizás esos momentos que mencionaba Roy Batty que se perderían como lágrimas en la lluvia no los veamos jamás, recordemos que es una obra de ciencia ficción, pero si no solucionamos pronto los problemas de humedades, seguramente nosotros seamos los que lloremos, y eso si que es muy real.